Otra de las artesanías que han hecho famoso a Oaxaca a nivel mundial son los alebrijes.
Originalmente se hacían de papel mache pintados a mano con colores llamativos y usualmente eran figuras extrañas, combinaciones de animales y seres mitológicos sacados de los sueños de los artesanos.
Actualmente la tradición ha cambiado en Oaxaca, particularmente en los poblados de San Martín Tilcajete y San Antonio Arrazola en donde se hacen con madera tallada de copal y ademas de hacer los alebrijes tradicionales de seres extraños también hacen animales y plantas.
La madera de copal se talla de acuerdo a la figura que se quiere hacer y después se deja secar por un periodo de aproximadamente 6 meses, tiempo durante el cual se le dan tratamientos con gasolina para evitar que se apolille, al secarse la madera se abre por lo que debe ser resanada antes de poder pintarla. Se resana con una mezcla de aserrín de copal con resistol y después se lija quedando lista para el pintado.
Aunque la mayoría de los alebrijes actuales son pintados con colores vivos en algunos talleres se pintan con colorantes naturales obtenidos de plantas y animales y la decoración es con figuras zapotecas.